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Política comercial

La creencia de que el comercio internacional es la clave para garantizar la seguridad alimentaria ha sido durante mucho tiempo el mantra de la Unión Europea y ha conformado su política agrícola. Hemos denunciado sistemáticamente esta idea falsa y hemos exigido la relocalización de los sistemas alimentarios a través de medidas que apoyen a lxs pequeñxs y medianxs agricultorxs como parte de un cambio general hacia una política agrícola comercial basada en la soberanía alimentaria, en lugar de obligar a los agricultores a competir con la producción industrial barata e importada a escala mundial.

Las políticas neoliberales internacionales han empujado a todos los países a especializarse en la producción de lo que mejor pueden exportar, en lugar de asegurar primero una base estable de producción de alimentos para alimentar a su propia población. Más de 50 países dependen ahora en gran medida de las importaciones de trigo y cereales y corren el riesgo de sufrir inseguridad alimentaria debido a su vulnerabilidad frente a la inflación de los precios de los alimentos. Creemos que la UE es la principal responsable de esta situación, ya que ha presionado constantemente para que las empresas agroalimentarias europeas tengan un mayor acceso al mercado en el seno de la OMC y a través de acuerdos bilaterales de libre comercio, al desmantelar las reservas públicas de alimentos y reducir la regulación del mercado, que podría garantizar precios justos para lxs pequeñxs y medianxs productorxs. Esto ha culminado en el aumento de los mecanismos de especulación y de los stocks privados de alimentos que provocan la volatilidad de los precios en los mercados internacionales y ponen en peligro el futuro del abastecimiento alimentario. Por último, este enfoque también entra en total contradicción con la necesidad de relocalizar los sistemas alimentarios a la luz de la actual emergencia climática.

Defendemos un comercio que respete y proteja los medios de vida de los agricultores de cada país y/o territorio como pilar para garantizar la seguridad y la soberanía alimentaria de las comunidades, los países y las uniones de países, así como a nivel mundial.

Key objectives

  1. Asegurar la regulación del mercado para garantizar precios remunerativos para quienes trabajan en agricultura y precios justos para consumidoras y consumidores.
  2. Detener la negociación de acuerdos de libre comercio y retirar la agricultura de la OMC.
  3. La UE debe dar prioridad a los mercados locales y a la integración regional, en lugar de permitir que los mercados internacionales y actores corporativos remotos e impredecibles dicten nuestros precios.
  4. Reconstituir las reservas públicas de alimentos para garantizar la seguridad alimentaria.
  5. Aplicar una política comercial que considere la alimentación como un derecho humano y que respete y proteja los medios de vida de agricultoras y agricultores.
  6. Debe establecerse un marco internacional diferente para las políticas comerciales y agrícolas, basado en la soberanía alimentaria y el derecho humano a la alimentación, en línea con el UNDROP.

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